7 acciones que todos los NADADORES ODIAMOS.

¿Alguna vez haz terminado un entrene con varios moretones (hematomas) sin saber cómo te los has hecho?


Los carriles, generalmente cuando están saturados, son lugares que propician accidentes. Aunque existen normas no escritas sobre el comportamiento en la alberca, la mayoría de los nadadores deciden deliberadamente ignorarlas y seguir adelante con su propia sesión de entrenamiento como si estuvieran solos o incluso en una carrera.


Pero si deseas evitar que te odien en la alberca, a continuación, te explico ¡las cosas que absolutamente NO debes hacer!


1. ¡Tocar los pies del nadador que tienes delante!

Probablemente el primer punto sea el mas común e importante para agradar en tu equipo de entrenamiento ya que es difícil saber si la persona que está nadando en frente de ti es más lenta o más rápida. Pídeles que te pasen y, cuando empiecen a nadar, no toques sus pies durante todo el recorrido de la alberca. Si tú eres la persona a la que están “siguiendo”, al menos una vez, te darás cuenta de lo molesto que es: compórtate de manera cortés.

 

2. Tomar un descanso en la orilla de la alberca obstruyendo el carril, en medio de la serie.


Sigue esta regla simple, el carril es para todos y al detenerte estorbas a quienes siguen nadando. Además de que puedes propiciar algún accidente para quien no se percata de quién estorba, podrías lastimar las manos de tus compañeros que están nadando o los pies de aquellos que están haciendo pecho incluso ellos te podrían lastimar a ti, y en esto el coach no será responsable.



3. Rebasar como loco, pase lo que pase.

 



Cuando te pones a pensar que los carriles miden 25 mts y 50 mts  -que es la medida oficial de las albercas-, es una distancia bastante corta y a veces los saturan, llegando a haber mas de diez nadadores por carril;  por muy rápido que seas tal vez no puedas rebasar a todos en el carril y esto puede ocasionar accidentes y golpes dentro de la serie.

Rebasemos de forma inteligente y prudente.

4. No ser agradable con los que van de DORSO.

La vida de un dorsista es dolorosa: zigzagueando constantemente y golpeando sus cabezas contra el muro de la alberca después de fallar por una distracción a la hora de contar las brazadas después de pasar las banderas por encima de sus cabezas. Antes de golpear a un dorsista en una colisión en mitad del carril o al final de la alberca, recuerda que un día esa persona podrías ser tú.

 5. Nadar otra cosa que no sea parte de la serie.


Tu coach probablemente ha incluido una mezcla de estilos en tu plan de entrenamiento, pero nadar  otra cosa fuera de la serie, por ejemplo, mariposa aumenta de gran manera la probabilidad de que accidentalmente golpees (con fuerza) a otros nadadores en tu carril. Espera hasta que las personas que están entrenando contigo hayan alcanzado el otro lado de la alberca.


¡Te ahorrarás un montón de insultos y maldiciones!


 
6. Ser el pervertido del carril.




Este punto va dirigido especialmente a los hombres.



Ser el vato mirón y pervertido que se le queda viendo a las chicas con imprudencia es demasiado falto de educación, quiéranse  tantito príncipes ya que puede ser denominado acoso y eso esta muy mal.
No me hagan darles clases de ética y valores,
¡Respeten a las NADADORAS!.



 

 

7. Hacerse pipí en la alberca.



¡Este punto es el que más odio!

¿Neta quieren que les explique?
¿Saben lo dañino que es?
ASCOOOOOOOO!!!!!!!!


Nadar debe ser lo que más nos relaje en el día, eviten estas acciones… ¡Disfrutarán más el ambiente en el carril de la alberca!

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