"LA BRAZADA DE UN LEÓN": Adam Peaty se vuelve invencible.

"LA BRAZADA DE UN LEÓN": Adam Peaty se vuelve invencible.

En una alberca privada en Canary Wharf, en Londres, Adam Peaty se desplaza por el agua como un torpedo humano. Para la mayoría de los nadadores el pecho es una brazada relajada, usada en playas y fiestas de alberca, pero Peaty hizo del estilo un arma blanca. Sus pies talla 12 y sus piernas hiperflexibles azotan como hélices giratorias mientras que sus biceps de 38 cm y sus 117 cm de pecho bombean el agua al rededor de su cuerpo con una potenciaimplacable y mecanizada.



De cerca, es un espectáculo devastador de agresión átletica. Pero la fortaleza física de Peaty tiene como contraparte una estrategía mental igualmente potente: identificar tu mejor talento y llevarlo a nuevos límites.


Es por eso que su brazo tiene tatuadas las imágenes de un león rugiendo y el omnipotente Poseidón, el dios griego del mar: símbolos de gladiador que representan su cacería valiente de dominio mundial e imortalidad deportiva.


Peaty es el Usain Bolt del mundo de la natación con un talento superhumano cuyos records redefinen los límites del potencial humano. El campeón Olímpico de los 100 mts de pecho, lo mas reciente establecido fue el Campeonato Europeo, en Agosto, cuando obtuvo un sorprendente tiempo record de 57.10 s, en los ultimos tres años ha ganado en tiempo mas que los demás atletas han logrado en los últimos nueve.
Sorprendentemente, los margenes de triunfo de Peaty son dos veces de los de Bolt en su mejor momento.

El atleta de 25 años es poseedor de los 12 mejores tiempos de los 100 mts en la historia y ha ganado en los cuatro años.
No satisfecho con dominar su evento distintivo de 100 mts, también ha roto cuatro veces el récord de pecho en 50 mts (ahora es 25.95 s).

"En los primeros 50 mts de una carrera de 100mts, sientes que vuelas", explica Peaty, en una pausa para descansar, miestras su pecho aún esta agitado del esfuerzo.


"En los Juegos Olimpicos obtuve un enorme pico de adrenalina que retarasó el dolor, y entonces, dios mío,me pegó. Pero en el Mundial era como si alguien estuviera pulverizando mis piernas y golpenado mis bíceps, tríceps y antebrazos con una barreta. Estoy acostumbrado al dolor, puesto que lo enfrento a diario. Pero si una persona normal enfrentara el volumen de ácido láctico, seguro que moriría, ya que su cuerpo no esta acostumbrado a eliminarlo". Con estas palabras les cuestiono, lectores, ¿Aún no creen que es invencible este crack?






1 comentario

  • Jorge Cabello el

    Excelente articulo.
    Gracias

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